El arraigo social es el supuesto básico que recoge la normativa cuyos requisitos, comunes al resto, son: contar con el Informe social favorable y/o probar el vínculo familiar con extranjero(s) residente(s) o ciudadano español / comunitario que no entre de los supuestos que establece el reglamento de Extranjería para la residencia de familiar comunitario.

El arraigo será de carácter familiar cuando dichos vínculos exijan unas obligaciones legales en las que concurra por ejemplo el interés superior de un menor nacido o en España o de padres españoles en origen, relación paterno filial.

Los medios económicos son un aspecto clave pues para su concesión han de ser el 250% para una unidad familiar de 3 miembros. Todo lo relativo a probar los vínculos familiares se ha de tramitar ante el registro civil para certificado de nacimiento, matrimonio…En consecuencia, un contrato de trabajo suele ser el medio más empleado para tal fin, pero es posible obtener arraigo social sin contrato de trabajo.

Sin embargo, a veces la mala fe del empleador impide que el trabajo se realice de forma regular sin contar con la cobertura legalmente exigida. Bajo esta premisa, el Arraigo laboral se concede a extranjeros que en los últimos 2 años anteriores a su solicitud han tenido una relación laboral de al menos 6 meses.

Para ello habrá que denunciar la situación que podrá ser resuelta de forma amistosa o yendo a juicio. Evidentemente, en la situación en la que existe voluntad de colaboración por parte de la Empresa se agiliza el procedimiento de alta en la Seguridad Social.

No hay que olvidar que este supuesto es poco frecuente por la cuantía elevada de las sanciones que debería pagar la empresa. Además de los costes asociados al juicio y la exigencia de demostrar fehacientemente el vínculo laboral.